ULTIMATE DAREDEVIL & ELEKTRA


 
Coleccionable Ultimate 22 Daredevil & Elektra: Justicia para el Diablo Existía mundo más allá de Spiderman y La Patrulla-X. La fundación del Universo Ultimate se había asentado sobre ambas franquicias, las más populares entre el gran público y las que habían saltado al cine. Pero, una vez concluida la primera fase, llegó la hora de ir más allá. A comienzos de 2003, un nuevo personaje Marvel llegaría a los cines, y en La Casa de las Ideas no quisieron pasar la oportunidad de dar la réplica. Ese héroe fue Daredevil.

Para recrear al Hombre Sin Miedo, la gran pantalla tomó como referencia la primera etapa de Frank Miller en su práctica totalidad, muy centrada en el tórrido y fatalista romance con Elektra, una asesina a sueldo que había sido la novia de universidad de Matt Murdock y para cuya creación Miller se basó en las bellas y seductoras chicas malas que Will Eisner presentara en Spirit. Lo más curioso es que ambos personajes ya habían sido presentados en el Universo Ultimate con anterioridad, a través de Spiderman. Daredevil había entrado en escena un año antes, en una historia en la que también tuvo lugar el debut de Punisher, que fue publicada en Ultimate Marvel Team-Up #6-9 USA (2001.Ultimate Spiderman nº 3: Un mundo compartido), mientras que Elektra contó con un breve encuentro con el trepamuros en UItimate Spider-Man Super Special #1 USA Coleccionable Ultimate 22 Daredevil & Elektra: Justicia para el Diablo (2002. Ultimate Spider-Man nº 7: Escrutinio público). En ninguno de los dos casos se profundizaba en motivaciones o personalidades, más allá de mostrarlos con su aspecto y actitud más icónicos, de forma que el lector no pudiera apreciar diferencias con sus equivalentes clásicos. El motivo era muy sencillo: en aquel momento, nadie se había planteado todavía esos detalles, que eran los que debían explicarse a los lectores.

El reto era diferente al que había supuesto la actualización de Spiderman, La Patrulla-X o Los Vengadores, puesto que en este caso los trabajos de Miller estaban mucho más cercanos en el tiempo y seguían siendo tan innovadores y atrevidos como para no perder ni un ápice de su fuerza: de hecho, Marvel aprovechaba entonces para reimprimirlos en lujosos volúmenes. Quien se atreviera a aceptar el trabajo, sabía que inmediatamente se le compararía con el genio detrás de Born Again o de Dark Knight. A la búsqueda de la legitimidad que necesitaba un proyecto que podía ser víctima de múltiples acusaciones antes siquiera que llegara a ver la luz, Marvel ofreció el guión a Greg Rucka, un novelista de género negro que se había labrado toda una reputación tanto con sus trabajos independientes como por su paso por la oficina de Batman, donde había participado, junto a Coleccionable Ultimate 22 Daredevil & Elektra: Justicia para el Diablo Ed Brubaker, en la creación de la aclamada, multipremiada y soberbia Gotham Central. En Marvel le habían fichado con la esperanza de que se convirtiera en una de las piezas fundamentales de la editorial, y aunque abordaría gran número de trabajos, como una larga etapa en Lobezno para la que incluso se llegó a renumerar la serie, nunca acabaría de cuajar dentro de la estructura de la compañía, por lo que al cabo de un tiempo la abandonó. Cuando le llegó la oferta de escribir una miniserie para la línea Ultimate en la que rehiciera los orígenes de Daredevil y Elektra, ya llevaba cerca de un año ocupándose de la colección que ésta última mantenía en el Universo Marvel tradicional, que había heredado nada menos que de Brian Michael Bendis. Conocía, por lo tanto, los resortes que hacían funcionar a un personaje complejo y siempre salpicado por el abismo entre lo que quiere ser y lo que es realmente.

Para dibujar el proyecto, fueron requeridos los servicios deSalvador Larroca, una de las apuestas más seguras de Marvel, cuyos editores sabían de la eficacia y rapidez del artista valenciano.Coleccionable Ultimate 22 Daredevil & Elektra: Justicia para el Diablo Éste no acababa de sentirse cómodo con la asignación, ya que se encontraba entregado en cuerpo y alma a X-Treme X-Men, la serie que entonces compartía con Chris Claremont. Pese a todo, Larroca terminó por disfrutar de la oportunidad de salirse de los terrenos que pisaba habitualmente. En Ultimate Daredevil & Elektra exploraría la mística de lo cotidiano. Es un cómic de superhéroes sin uniformes de superhéroes, pegado a la calle y a un realismo impostado que alejaba la historia de la épica trágica de Miller. Esta Elektra no es una rica heredera, sino una chica de Queens, el mismo barrio del que procedía Peter Parker; no se encuentra con Matt Murdock en una juventud remota e idealizada, sino en el mundo presente, con la Universidad de Nueva York como trasfondo; no hay sabios maestros orientales que mostrar el camino del guerrero, sino profesoras de gimnasio de barrio. Larroca supo comprender que el naturalismo era el camino a seguir, que debía pegarse lo más posible a la realidad en una trama que buscaba desesperadamente escapar al género en la que se adscribía, y en la que no hay bases secretas, sino edificios de oficinas, dormitorios, estaciones de tren e incluso cuartos de baño. Incluso las escenas de lucha se basaban en la realidad, en fotos que la editora de la obra, Jennifer Lee, hizo llegar al dibujante y en las que figuraba ella misma y sus compañeros de clases de artes marciales.

Coleccionable Ultimate 22 Daredevil & Elektra: Justicia para el Diablo Ultimate Daredevil & Elektra apareció en forma de miniserie, coincidiendo con el estreno del filme que protagonizaran Ben Affleck y Jennifer Garner en 2003. En Marvel insistían en la política de contención con respecto al Universo Definitivo, de manera que consideraron que lo apropiado era acotar en el tiempo la extensión del proyecto. Quizás ante la limitación del espacio Rucka no trató, como si habían hecho los realizadores del filme, en condensar en apenas cuatro números la peripecia vital de los personajes. Al llegar a la última página del cuarto capítulo, faltaba mucha historia que contar, un tramo en el que necesariamente estos pobres diablos se fueran acercando al destino prefijado en su tragedia individual. Porque Matt debía convertirse en superhéroe, y Elektra... Bueno, ya sabes a qué me refiero.

La trama se retomaría casi dos años después, esta vez en previsión del discreto largometraje que protagonizaría Elektra en solitario, con una segunda miniserie también incluida en este volumen. Mientras que Larroca permanecería como dibujante, Rucka, ya fuera de Marvel, fue sustituido por Mike Carey, también procedente de DC Comics, quien daría un toque más superheroico al relato, sin abandonar los presupuestos realistas de su antecesor. Escritor y dibujante llevarían a Matt y Elektra hasta el final de su camino, o al menos a la conclusión del primer capítulo de sus vidas aventureras, porque los dos seguirían siendo partícipes del Universo Ultimate y regresarían en diversas ocasiones, aunque nunca con tanta fuerza y pasión como la que tuvieron en esta historia de amor envenenado, sobre dos personas extraordinarias y malditas a la vez que, cuanto más se atraen, más se alejan el uno del otro.
Julián Clemente

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